OFICINAS: LA NUEVA NORMALIDAD

Estamos en continua evolución, somos seres que aprendemos, nos reinventamos, trascendemos. Lo mismo sucede con los lugares donde nos desenvolvemos.

Si miramos los espacios de trabajo en particular, éstos también evolucionan y de forma constante. La pandemia aceleró 5 años la evolución del modo de trabajar y por ende de las oficinas.

Las últimas décadas las plantas se abrieron generando espacios abiertos y permitiendo que la superficie por colaborador disminuyera, haciendo mas eficientes y rentables las oficinas. Sin embargo el Covid 19 nos trajo un nuevo paradigma: 

“La necesidad de un mayor distanciamiento entre las personas para evitar contagios”

¿No más charlas en el ascensor? ¿No mas abrazos? ¿No más almuerzos comunales? ¿Qué pasará con los espacios comunes de la oficina? ¿Entran en peligro los siestarios, las salas para relax y encuentros informales que alienta la neuroarquitectura? ¿El homeoffice reemplazará a la oficina convencional?

Muchos aseguran que entraremos en un nuevo mundo de oficinas asépticas y distantes, con señalética delimitando espacios e indicando en que dirección avanzar. El desafío es lograr que las oficinas parezcan igualmente cálidas y agradables, y a la vez antisépticas. Con los estudios de arquitectura especialistas en diseño interior estamos asesorando a nuestros clientes en el diseño de planos de planta con diferentes densidades, de acuerdo a las recomendaciones de salud pública para el distanciamiento social. Se están eliminando puestos de trabajo, y los restantes permanecerán separados, con particiones de vidrio o plexiglás entre ellos.

Las empresas están cotizando sistemas ópticos para encendido de luces, funcionamiento de griferías y limpieza de inodoros en los baños. Los tótems con alcohol en gel ya son parte del mobiliario en los edificios corporativos que visitamos así como completar cuestionarios o dejarse tomar la temperatura.

Esto puede resultar incómodo, pero pone de manifiesto que tras meses de confinamiento las personas eligen volver a la oficina, encontrarse. Entendimos que el trabajo presencial es mas eficiente y productivo y además genera bienestar. Mediante encuestas y reuniones personales vías zoom muchas empresas están llegando a la conclusión que la mayoría de los empleados están a gusto con el home office, pero no de modo permanente por lo cual están deseando regresar a la oficina.

Atento a esto muchas empresas están diseñando una vuelta a la oficina que supone un porcentaje (entre 20 y 30%) de colaboradores que trabajará con modalidad Home Office, destacando que ese ratio será rotativo, para evitar confinar a parte del equipo.

Las salas de reuniones tendrán un cupo máximo. Se están pensando en reuniones de hasta cuatro personas. Se eliminarán de modo permanente aquellas salas que no posean ventilación natural. Eso será parte de la nueva normalidad.

Los edificios se están preparando para el día después. Hoy vemos en muchos de ellos señalética en el piso delimitando espacios para esperar el ascensor y otros dentro del mismo indicando cantidad de ocupantes y ubicación. Algunas empresas están considerando colocar iluminación ultravioleta en los ascensores para que las superficies se desinfecten continuamente.

Pensando en el tránsito vertical en las altas torres y esta nueva normalidad, nos preguntamos si será necesario eliminar los horarios pico de entrada y salida de las empresas, organizarse entre compañías vecinas para evitar no solo el hacinamiento sino también interminables minutos, o tal vez horas, de espera del ansiado espacio en el ascensor. Una pregunta que hallará respuesta dentro de unos meses, lo empírico en estos casos es la solución recomendable.

Estas son algunas de las complejidades y posibles soluciones que enfrentan muchas empresas durante la pandemia y señala un cambio cultural significativo para los trabajadores del segmento corporativo.

La vuelta a la oficina será como despertar de una larga hibernación. Mascarillas, amodorrados y medio mareados volveremos a las oficinas, y comprobaremos que como una nave nodriza siguió funcionando y esperando nuestro regreso.

Ir a la oficina implicará un comportamiento más intencional, será mas parecido a “elijo ir a la oficina", frente a un "tengo que ir a la oficina ".

Nos toca un tiempo de flexibilizar nuestro relacionamiento, encontrar modos nuevos de expresar nuestro afecto. Aprenderemos, superaremos esto, evolucionaremos.